miércoles, 7 de diciembre de 2011

¡Atención! ¡Hay más comunicación a parte de la verbal!

     El pasado 30 de noviembre, Pep Rubio nos deleitó con una magnífica clase del poder de la comunicación no verbal. ¡Increíble todo lo que podemos llegar a expresar con tan solo un gesto o una simple mirada!
     En esta profesión es casi imprescindible dar una buena primera impresión y sobre todo, saber hablar en público, aunque sea a poca escala. Es algo que hay que aprender, y como dijo Pep, “cuando sales a bailar ya se te quita el miedo, cuando sales a hablar, es lo mismo”. Hay que decirle adiós al miedo escénico, y para ello es muy efectivo tener algunos recursos bajo manga.
La música, por ejemplo, es un muy buen recurso que algunos han olvidado, pero sin embargo, siempre consigue despertarnos algún tipo de emoción y activar cualquier estado de ánimo, ya sea alegría, tristeza o incluso la reflexión.
Otro recurso puede ser el aroma, que aunque no es muy habitual utilizarlo, despierta uno de nuestros sentidos más curiosos, y sería una pena desperdiciarlo.
El vestuario no es importante, es imprescindible, solamente vas a tener una oportunidad para dar una primera buena impresión, así que tenlo en cuenta. Tanto esto, como tus gestos, tu forma de actuar y reaccionar, se te tendrá muy en cuenta, aunque no lo parezca. El lenguaje es un reflejo externo de la situación emocional de nuestro cuerpo. Además, todos leemos el cuerpo, estamos fijándonos en estos pequeños detalles de todo el mundo, buscamos esto para situar a las personas en un lugar u otro, buscar modelos, estereotipos…
     Por último me gustaría destacar un tema en el que Pep profundizó mucho y considero bastante importante: el hecho de darle la mano a alguien. Es un saludo universal, pero que dependiendo de la forma en que lo hagas o la misma intención que lleves, podrás expresar diferentes sensaciones o emociones.
Por ejemplo, que tu mano venga hacia mí con la palma hacia arriba me inspirará confianza, generosidad, ante un puño cerrado que generará todo lo contrario. Tampoco es bueno apretar mucho la mano contraria, puede que hagas daño y por lo tanto que expreses agresividad. Al contrario pasa lo mismo, una mano o se da bien, o no se da, tampoco puedes dejarla suelta y sin ninguna fuerza, es decir, lo ideal es un término medio. 
También, si te acercas hacia la persona a la que le vas a dar la mano con tu palma hacia abajo, darás sensación de dominación, tú estarás por encima del otro. Lo mejor es darla de perfil, significará igualdad para los dos.

Estos, y muchos otros, fueron los consejos que Pep nos ofreció, un gran experto en la comunicación no verbal y la expresión a la hora de salir a hablar en público. ¡Gracias Pep!

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